La mayoría de tiempo  no obtenemos lo que queremos o deseamos, nuestra vida no nos brinda las cosas tan fáciles como deseáramos, pero hay que vivirla. Debemos esforzarnos y luchar siempre, incluso en contra de nuestros mismos pensamientos negativos o de derrota, pero y es que ¿Quién no los tiene? ¿Por qué podríamos creer que somos los únicos con este tipo de pensamiento? lo extraño de este sentimiento, que a veces nos embarga, es que pensamos que somos los únicos que ante una adversidad  experimentamos esta condición tan extraña pero tan humana. Los fracasos y las tormentas que nos llegan nos anulan ese sentimiento de que la vida es buena, y creemos que vivimos en lo gris de la vida, pero todo es momentáneo en realidad, aunque muchas personas han tenido una vida muy cruda e injusta casi sorprendentemente trágica, no hay algo que no podamos superar, porque el ser humano al final es fuerte y con una capacidad de salir adelante, tanto que puede sobre llevar muchísimas situaciones  e incluso tragedias.

Hemos visto esto a lo largo de la historia, donde personas han superado lo inimaginable y nos llena de admiración encontrar esas historias, pero que pasa con nosotros mismos cuando una tormenta se acerca, ¿es posible que con solo un vientecito de tormenta que nos llega, podemos caer en dudas o intranquilidad? Pues claro que sí, con todo el derecho del mundo puedo indicar que nadie vive lo que uno experimenta, y no están obligados a sentir lo mismo que uno siente en un momento como ese, creo que no hay nada de malo en sentirse intranquilo o dudar en una situación no tan buena, la cuestión es que vamos aprender de ella, porque no podemos permitirnos que eso nos paralice, tenemos la capacidad para buscar soluciones, minimizar los riesgos o consecuencias de algo, tal vez es algo inevitable pero ante todo podemos superarlo. 

En fin, la vida de cada uno es incierta, cambiante, no estamos excluidos de cosas malas, días raros o cansados, tampoco en muchas otras no estaremos privilegiados y nos saldrán las cosas mal, nos vendrá lo que más temíamos, nos faltara algo o alguien, pero esos días así necesitaremos de nosotros mismos para poder superarlos, necesitaremos de la actitud correcta y del coraje que nos ayude a seguir caminando, sabiendo que todo se acaba y volverá nuevamente  la tranquilidad a nuestras vidas aunque sea un proceso muy largo